Es el tipo de cáncer que se desarrolla en los ovarios. Consiste en el crecimiento anormal de células de los tejidos de los ovarios, lo que puede afectar localmente al órgano y, en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.
Es el tipo de cáncer que se desarrolla en los ovarios. Consiste en el crecimiento anormal de células de los tejidos de los ovarios, lo que puede afectar localmente al órgano y, en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.
El cáncer ovárico inicial no produce síntomas. Una vez ha crecido, puede manifestarse con:
En caso de presentar estos síntomas, la persona debe acudir a un médico para que realice un examen físico y solicite algunos exámenes para descartar un cáncer de ovario.
No hay forma de evitar un cáncer de ovario. Sin embargo, se ha identificado como factores protectores el haber tenido un embarazo y lactancia antes de los 26 años y el uso de anticonceptivos orales.
No existe un programa de detección precoz (screening, tamizaje) para el cáncer de ovario.
El cáncer de ovario produce síntomas como:
En caso de presentar alguno de estos síntomas o signos, su médico puede solicitar los siguientes exámenes:
En caso que los exámenes hagan sospechar un cáncer de ovario, lo que sigue a continuación en la mayoría de los casos es una cirugía, donde se extrae el ovario comprometido y otras estructuras (retroperitoneales, omento del peritoneo y el útero). Esta cirugía se denomina Etapificación Quirúrgica y permite realizar el estudio de anatomía patológica (biopsia) y definir el grado de compromiso de la enfermedad.
Según el resultado de esta cirugía, más los exámenes complementarios mencionados, se puede clasificar a la paciente en las distintas etapas de su enfermedad, las que van desde la I (tumor pequeño), hasta la etapa IV (donde se ha encontrado metástasis en algún órgano distinto al pulmón).
El médico, en conjunto con otros especialistas, definirán el tratamiento más adecuado según la etapa del cáncer en que se encuentre la persona. Esta definición se realiza en una reunión denominada Comité Oncológico.
Existen varias formas para tratar un cáncer de ovario. El médico tratante en conjunto con el Comité Oncológico, definirán la mejor opción para cada paciente.
Los tratamientos más importantes para el cáncer de ovario son: cirugía, quimioterapia, hormonoterapia y terapia dirigida.
Los tratamientos mencionados tienen distintos efectos secundarios. Algunos son inmediatos (agudos, días o semanas después de aplicado) y otros son a largo plazo (meses o años después del tratamiento).
2. Quimioterapia: puede producir caída del pelo, fatiga, náuseas y vómitos, dolor abdominal, entre otros. En general son efectos transitorios y que pueden ser prevenidos con medicamentos durante los ciclos o con medicamentos en los días posteriores.
El cáncer de ovario es una enfermedad cubierta por el GES. Esto significa que, una vez existe la sospecha diagnóstica, el médico tratante debe notificar al paciente de este beneficio.
En el caso de estar afiliado a FONASA, el paciente será derivado al centro de salud que le corresponde según su domicilio, donde se realizará el diagnóstico, etapificación, tratamiento y seguimiento. Cada etapa tiene una serie de prestaciones financiadas (canastas), las que son gratuitas para los beneficiarios FONASA A y B; mientras que para los FONASA C y D existe un copago parcial (10 % en C y 20% en D).
En el caso de ser un paciente Isapre, esta institución definirá el prestador al que el paciente será derivado, para recibir las prestaciones de diagnóstico, etapificación, tratamiento y seguimiento. También se debe realizar un copago parcial de la mayoría de estos exámenes y tratamientos. Si alguna prestación no está incorporada a las autorizadas por el GES, el paciente tiene derecho a financiarlas a través de su plan de salud o por el CAEC (seguro catástrófico), el que debe ser activado por el paciente. Link a página de administración
Terminar el tratamiento es un motivo de alegría y descanso. Lo que viene son controles de seguimiento con el médico tratante, donde se evalúa el estado general del paciente, efectos de los tratamientos y se buscan signos de recaída de la enfermedad.
En el caso del cáncer de ovario, este seguimiento puede durar hasta 5 años,
aunque los primeros años serán más seguidos y ya luego una vez al año.