Incluye examen e historia clínica completa, imágenes y biopsia, si es posible de realizar.
Signos y síntomas de alerta
Recordemos que el SNC es la computadora principal de nuestro organismo y es quien recibe y envía información para que podamos desarrollarnos con normalidad. Las distintas partes de nuestro sistema nervioso cumplen funciones específicas y están en constante comunicación y equilibrio. Si se produce una alteración de algún tejido que deja de cumplir su labor o una masa se comienza a comprimir alguna zona del cerebro. Se presentan una serie de signos y síntomas según el lugar afectado, por lo que pueden ser muy variados.
Dentro de los signos generales que se pueden observar en los tumores del encéfalo están aquellos que se producen por el aumento de la presión intracraneal (PIC).
Nuestro encéfalo está protegido por el líquido cefalorraquídeo y el cráneo, los que ayudan a mantener un rango de presión estable para que el cerebro funcione. Cuando hay un tumor en la zona del encéfalo, éste le va quitando espacio al cerebro e impidiendo la circulación normal. Esto genera un aumento de la PIC y una condición denominada hidrocefalia, el que se puede observar por sintomatología como:
- Dolor de cabeza, especialmente en la mañana o puede despertar al niño en la noche.
- Náuseas y vómitos especialmente en la mañana, al despertar. Generalmente son vómitos explosivos y repentinos.
- Aumento del tamaño del cráneo, esto se puede ver generalmente en los bebés que sus huesos aún son flexibles y se expande para darle espacio al tumor.
- Irritabilidad, llanto inconsolable.
- Convulsiones
- Cansancio pronunciado.
Los síntomas de tumores en el cerebro pueden incluir:
- Convulsiones, que son movimientos repentinos involuntarios de los músculos, o movimientos automáticos repetitivos como un TIC.
- Crisis de ausencia que se puede ver por la mirada fija y la desconexión del medio.
- Problemas en la vista o el oído.
- Dificultad para hablar.
- Cambios de humor.
- Cambios en la personalidad.
- Cambios en el rendimiento escolar.
- Problemas de memoria.
- Debilidad, entumecimiento, hormigueo o cambios en la sensibilidad de un lado del cuerpo (brazo pierna, o ambos).
Los síntomas de tumores en el cerebelo pueden incluir:
- Dificultad para tragar.
- Problemas con el movimiento de los ojos.
- Cambios en el habla.
- Torpeza en los movimientos de las manos, los brazos, los pies o las piernas.
- Problemas para caminar (ataxia).
Los síntomas de tumores en el tronco del encéfalo pueden incluir:
- Problemas para caminar (ataxia).
- Rigidez muscular.
- Dificultad para tragar.
- Visión doble.
- Pérdida de audición.
En los casos en que se afecta las zonas específicas que controlan las hormonas del cuerpo, se puede observar:
- Cambios inexplicables en el peso (subida o bajada repentina).
- Pubertad precoz pronunciada.
- Cambios hormonales en general.
Los tumores que afectan la médula espinal se pueden presentar con:
- Dolor de espalda o de cuello.
- Debilidad en los brazos o las piernas.
- Dificultad para caminar.
- Problemas para ir al baño.
Los signos y síntomas pueden ser muy variados y, en muchas ocasiones, causados por algún otro problema de salud habitual en los niños. Sin embargo, ante la presencia de signos como los indicados es importante la consulta médica precoz.
Si el médico tiene sospecha de que su hijo tiene tumor del SNC, debe ser referido a un oncólogo especialista a la brevedad. Entre la sospecha y la derivación no debe pasar más de una semana.
En el caso que el niño presenten signos de compresión medular o lumbago y signos de hipertensión endocraneana deben ser referidos dentro de 24 hrs (inmediato) a especialista.
Sospecha diagnóstica
El diagnóstico debe ser realizado en un centro especializado autorizado, tanto de la red pública o privada, que disponga de equipo multidisciplinario y lo necesario para realizar los estudios.
En general, cuando un niño o adolescente presenta signos y síntomas sospechosos de algún tumor del SNC, el médico realizará una entrevista para conocer los antecedentes e historia clínica del niño, junto a un examen físico completo para buscar activamente más información que complemente el diagnóstico. El enfoque será su condición neurológica, donde se evaluarán los reflejos, la fuerza muscular, el movimiento de los ojos, la boca y la coordinación.
Además, se solicitarán estudios de imágenes para buscar o descartar la presencia de un tumor y otros exámenes como:
- Scanner o TAC ( Tomografía axial computarizada).
- Resonancia magnética (RNM).
El médico solicitará ambos, TAC y RNM, para obtener una imagen detallada de todas las estructuras del SNC. Las imágenes son de gran importancia, ya que con ellas pueden ver el tamaño, la ubicación del tumor y determinar mejor qué áreas del cerebro podrían verse afectadas. Sin embargo con ellas no se puede tener certeza del tipo de tumor.
Para confirmar el diagnóstico y conocer las características detalladas se debe realizar una biopsia del tumor cerebral. La muestra del tumor se analiza para determinar qué tipo de tumor es y si es de grado alto o bajo. En ocasiones, se solicita además realizar a la muestra pruebas moleculares para identificar genes específicos, proteínas y otros factores específicos del tumor que complementen la información y así desarrollar el mejor plan de tratamiento.
Confirmación diagnóstica:
Se realiza con el resultado de la biopsia. Sin embargo, en ocasiones, la zona donde se localiza es muy riesgosa, por lo que no puede realizarse la cirugía. En estos casos, el análisis exhaustivo de los síntomas, características y detalles de las imágenes se pueden complementar con marcadores tumorales, lo que permitirá orientar el diagnóstico.
También existe la posibilidad que se realice la extirpación completa del tumor y se envíe una parte al análisis respectivo. Es el neurocirujano pediátrico quien, en conjunto con el equipo multidisciplinario y el análisis de las imágenes, define la mejor conducta para el paciente.
En la medida en que se establece el diagnóstico, se realizan diversos exámenes para conocer la extensión de la enfermedad, si existe invasión a otros órganos y el estado general del niño. Estos son:
- Análisis de sangre: para ver el estado general del niño y buscar marcadores tumorales.
- Punción Lumbar: Para buscar presencia de células cancerosas en el LCR.
- PET (Tomografía por emisión de positrones).