#CONSEJOSCARE | Odette Sánchez no lo podía creer. No solo estaba lidiando con que iba a tener un parto prematuro a las 33 semanas de embarazo, sino que además sus exámenes de sangre arrojaban que su salud estaba tan comprometida, que incluso ponía en riesgo su propia vida y la de su hijo. Aún así, no se rindió, sabía que Benjamín iba a nacer, porque tenía una misión en la vida.
La vida continuó poniéndola a prueba. Luego de 2 semanas, los exámenes de sangre claramente ponían en riesgo su vida: fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda, y estuvo hospitalizada durante 10 meses, en medio de la pandemia. No tuvo contacto con nadie, solo con el personal médico, pero pudo seguir adelante, siempre con optimismo, gracias a sus seres queridos. Hacía videollamadas a diario con su marido y sus 4 hijos. También sus padres le hacían saber que estaban junto a ella en todo momento, aunque no fuera presencialmente. “Tuve cambios de peso, perdí el pelo, pero gané conciencia y amor por la vida. Mis seres queridos fueron gran parte de esta experiencia. Solo pensar en ellos, se atenúan las cicatrices que me dejó el cáncer”.
Fue así como Odette mantuvo la cabeza en alto durante esos meses sin contacto humano. Le dieron el alta en agosto de 2022 y ella no podía creerlo, vivía ansiosa esperando a que llegara ese momento. “Sentí que estaba en medio de un bosque e iba llegando al final de él. Cada pinchazo y esfuerzo valió la pena. Ahora hay una nueva Odette que no vive apurada, ya que vivió un proceso donde, quizás, por mucho tiempo estuvo estancada”.
Hoy sigue yendo a controles para chequear que todo va bien y disfruta a sus 4 hijos, sobre todo a su pequeño Benjamín. A veces siente miedo, porque pareciera que todo es muy reciente, pero encontró la manera de dejar atrás esos temores y avanzar: hacer deporte, siempre con la mentalidad de que hay que escuchar al cuerpo. “Después de esta experiencia solo queda vivir con amor. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”.
Nos deja un gran #ConsejosCare: “Hice mi lema las palabras: creer, confiar, esperar. Hay un propósito más allá de las circunstancias y hay que confiar en ello para poder avanzar, así la espera siempre será más llevadera. El resultado no lo puedes controlar, pero sí transformarlo para tu bien”.
¡Gracias @simplementeodette por tu #ConsejoCare!
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