Secuelas

Los efectos a largo plazo se pueden presentar luego de 10 años o más. En general, derivan de los intensos esquemas de tratamiento con quimioterapia o radioterapia de fotones, los que, al no poder focalizar sus dosis, se daña a las células sanas y así aparecen las secuelas. No así en el caso de la radioterapia de protones o protonterapia.

Es importante monitorear y mantener el seguimiento. Acá algunas terapias que ayudarán a algunos  efectos secundarios

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Durante el tratamiento del cáncer y la recuperación, es posible que los pacientes necesiten ayuda con distintos aspectos del funcionamiento de su cuerpo. Los largos periodos hospitalarios pueden disminuir la calidad de vida en los niños y, si no se tratan, pueden dejar secuelas que permanezcan en el tiempo.

La rehabilitación ayuda a los niños a mejorar sus capacidades y habilidades, promover su independencia y ser un factor importante en el desarrollo del autoconcepto que tienen de ellos mismos. La terapia de rehabilitación puede ayudar de distintas maneras, como:

  • Mejorar la fuerza, el equilibrio, la coordinación y la movilidad.
  • Ayudar con el cuidado personal, las actividades de la vida diaria y las habilidades laborales.
  • Evaluar los hitos del desarrollo y abordar los retrasos.
  • Evaluar y ayudar con la audición, la vista, el habla y la comunicación.
  • Identificar las necesidades de equipos y dispositivos de asistencia, como sillas de ruedas, andadores, prótesis y dispositivos ortopédicos.

Las áreas especializadas dentro de la rehabilitación incluyen las siguientes: kinesioterapia con terapia física, terapeutas ocupacionales y fonoaudiólogos. En los casos de secuelas mayores o específicas, además se integra el trabajo de médicos fisiatras y enfermeras de rehabilitación.

Los servicios de rehabilitación en los centros oncológicos, trabajan directamente con el equipo de apoyo psicosocial y coordinan estrategias conjuntas para la salud mental, emocional y física del niño.

Las actividades se realizan cuando el niño se hospitaliza y de forma ambulatoria. La intensidad del trabajo y las intervenciones, dependerán de las necesidades que tenga el niño o adolescente.

La rehabilitación puede ser un pilar importante al finalizar el tratamiento, ayuda al niño a incorporarse a la vida diaria y superar secuelas que puedan haberse producido.

La terapia física o fisioterapia es un tipo de atención que ayuda a las personas a mantener y trabajar el movimiento de su cuerpo, promoviendo la funcionalidad e independencia del niño. Se puede realizar de forma preventiva o como parte del tratamiento de alguna lesión o secuela causada por la enfermedad o el tratamiento. Pese a que existen diferencias en la práctica y enfoque, en Chile generalmente al hablar de terapia física, se le dice kinesioterapia.

→ El kinesiólogo es quien realiza la terapia física

En nuestro país, es el kinesiólogo el profesional que se encarga del movimiento del cuerpo y la terapia física. Puede intervenir desde un enfoque preventivo, o como parte del tratamiento de alguna alteración del movimiento o lesión.

Generalmente, la kinesioterapia debe ser indicada por el médico tratante del niño.

→ La importancia de la terapia física

Dentro del tratamiento, el kinesiólogo puede intervenir en trastornos motores y neurológicos, dificultades respiratorias, dolor, dificultades en la coordinación y pérdida del equilibrio.

La terapia puede ayudar a mantener la funcionalidad del niño durante el proceso hospitalario, evitar la pérdida de la masa muscular y fomentar la deambulación del niño de forma autónoma. La fisioterapia puede ayudar en los siguientes aspectos:

  • Estado y funciones físicas.
  • Recuperación luego de tratamientos oncológicos.
  • Problemas con las habilidades y el desarrollo motor.
  • Identificación de retrasos del desarrollo y logro de los hitos.
  • Movimiento y actividades diarias.
  • Asistencia para la movilidad (muletas, silla de ruedas), dispositivos ortopédicos y prótesis.
  • Síntomas físicos como inflamación (edema), dolor y circulación.

Por otro lado, el vínculo de empatía que se establece entre el niño y el kinesiólogo es un pilar fundamental tanto en la recuperación física, como dentro del plano emocional, siendo una gran contribución a la promoción de la salud mental del niño.

→ Los efectos del cáncer en la salud física de los niños

Los niños y adolescentes con cáncer tienen un mayor riesgo de tener alteraciones de su salud física. La propia enfermedad y los tratamientos, provocan alteraciones en el cuerpo del niño que influyen en cómo se mueven, lo que puede alterar su autonomía y desarrollo.

Algunos tratamientos pueden retrasar el crecimiento y desarrollo, disminuir la función neurológica, comprometer sus órganos, como los pulmones y corazón, y dejar secuelas en el cuerpo.

Dentro de los factores de riesgos que tienen los niños y adolescentes con cáncer tenemos:

  • Sedentarismo e inmovilización durante largos periodos hospitalarios, en ocasiones también en el domicilio.
  • Fatiga intensa y constante, habitual durante los intensos ciclos de tratamiento.
  • Limitación de actividades recreativas, lo que disminuye las instancias de juego y movimiento.
  • Dolor de variable intensidad que influye directamente en el bienestar y movimiento del niño o adolescente.
  • Alteraciones nutricionales.

Todos estos factores influyen en la aptitud física del niño y se asociación a efectos, tales como:

  • Reducción de la función del corazón y los pulmones.
  • Pérdida de masa muscular.
  • Disminución de la fuerza de los músculos.
  • Mayor fatiga.
  • Limitación de movimientos.

→ Las actividades que incluye la terapia física

El tratamiento fisioterapéutico considera todos los aspectos que influyen en el movimiento y funcionalidad del niño. Se debe programar, considerando las características de la enfermedad, los tratamientos que está recibiendo y el estado emocional y físico en que se encuentre el niño. Las actividades se realizan de forma progresiva y de acuerdo a la tolerancia del niño.

El objetivo es lograr una mejoría en la fuerza, el equilibrio, la flexibilidad y la coordinación

Dentro de las actividades que puede realizar el kinesiólogo tenemos:

  • Rutinas de ejercicios generales o focalizadas en piernas, brazos, dedos, manos, dependiendo de la necesidad y área a tratar.
  • Juego activo con el niño o adolescente para promover ciertos movimientos y alcanzar determinados objetivos.
  • Puede incluir tratamientos y movimientos para el manejo del dolor de ciertas partes del cuerpo.
  • Los tratamientos pueden incluir el uso de elementos para fomentar los efectos de la terapia como hielo, calor, electroestimulación o masajes.

En ocasiones, el niño puede requerir de kinesioterapia respiratoria, para poder respirar mejor y despejar sus vías respiratorias. En estos casos, el profesional puede realizar presiones en la zona del pecho del niño, estimular la tos y utilizar instrumentos que favorecen la respiración.

 

→ Actividad física en niños y adolescentes con cáncer

En los niños con cáncer, los niveles reducidos de actividad pueden contribuir al desacondicionamiento físico y a la pérdida muscular,  limitando la participación en actividades recreativas y cotidianas.Mantener un adecuado nivel de actividad física puede ayudar a mantener su musculatura y disminuir los efectos en el movimiento.

Es por eso que es importante que el manejo integral del niño en tratamiento incluya la prescripción de ejercicio, supervisado, como un medio de prevención y tratamiento. Pese a los grandes beneficios que reporta la actividad, es importante adaptarlo a la condición de salud del paciente, por lo que debe ser evaluado y supervisado por los profesionales especialistas en terapia física, a fin de evitar generar un daño o alterar el tratamiento.

Algunas precauciones a considerar:

  • Los niños con anemia severa deben realizar solo actividades de la vida diaria, retrasando el ejercicio hasta que mejore la anemia.
  • En etapas agudas, siempre se debe verificar un adecuado número de plaquetas, ya que un mal movimiento podría generar una hemorragia
  • Los niños con catéteres permanentes o tubos de alimentación, deben ser cautelosos al realizar ejercicio y evitar el entrenamiento de resistencia de los músculos en el área del catéter para evitar su desprendimiento.
  • Mantener la actividad física ligera a tolerancia.

Es importante adaptar la actividad física a la etapa de tratamiento del niño, considerando su estado de salud físico, emocional y mental.

Algunas recomendaciones para fomentar los movimientos son:

  • Los niños que experimentan fatiga severa debido al tratamiento, deben ser animados a realizar por lo menos 10 minutos de ejercicios ligeros al día.
  • Fomentar el caminar en casa: se pueden establecer rutinas diarias de caminata en el hogar. En los más pequeños, se puede realizar mediante un juego.
  • Si su equipo se lo permite, salir a caminar con el niño o adolescente durante 10 minutos.
  • Buscar estrategias de juego, fuera de pantallas.
  • Incluir al niño en los ejercicios y motivarlo.
  • En periodos más delicados, puede realizar ejercicios en cama, los que incluyen el movimiento de brazos o piernas y ejercicios de baja intensidad.

El rol de los cuidadores es fundamental en la terapia física de los niños. Aquellos padres que son parte activa del tratamiento, pueden crear estrategias conjuntas con los kinesiólogos y promover el cuidado de la salud física y movimiento del niño.

La terapia ocupacional (TO) es el tipo de atención que promueve las capacidades y habilidades para los trabajos de la vida. Ayuda a los niños a que puedan realizar las tareas cotidianas importantes para ellos y su desarrollo. En los niños se le puede incluir labores simples, como poder comer solos, o actividades más elaboradas, como tener éxito en el colegio.

El terapeuta ocupacional es el profesional que se encarga de ayudar a los niños a que puedan alcanzar los hitos del desarrollo y poder hacer actividades adecuadas para la edad sin ayuda.

Esta terapia se ha posicionado como un servicio de rehabilitación fundamental en el tratamiento del cáncer infantil, son parte activa del equipo de apoyo psicosocial y salud mental.

→ La importancia de la terapia ocupacional

 Juega un rol muy importante en los procesos de rehabilitación del niño y adolescente con cáncer, ya que ayudan  a continuar con su desarrollo e independencia, pese a los grandes cambios que puedan experimentar.

Los pacientes jóvenes con cáncer necesitan este tipo de atención, ya que la enfermedad, sus restricciones, efectos secundarios y secuelas, pueden alejar al niño y adolescente de su entorno habitual y dificultar las actividades cotidianas del diario vivir.

En los niños y adolescentes, el cáncer puede producir secuelas que incluyen limitaciones del movimiento, dificultades en la coordinación, disminución de la audición o visión, problemas para caminar o comunicarse.

La terapia ocupacional puede ayudar a los niños y adolescentes a incorporarse a sus actividades rutinarias, trabajar sus dificultades y buscar estrategias para integrar sus limitaciones en su vida diaria, de forma que le permita seguir cumpliendo sus metas y objetivos. Esto puede incluir la incorporación y enseñanza de ayudas técnicas como prótesis, audífonos, sillas de ruedas, entre otros.

→ Las actividades de la terapeuta ocupacional

Incluye ejercicios y actividades para promover las habilidades diarias, tales como: aprender, jugar, dormir, crecer y ganar independencia.

Algunas actividades que realiza son:

  • Trabajar el estado físico y resistencia para poder participar en actividades.
  • Fomentar el desarrollo de habilidades de motricidad fina, como tomar una cuchara o pintar.
  • Estimular el desarrollo psicomotor del niño.
  • Enseñar e integrar el uso de dispositivos de ayuda.
  • Ayudar con limitaciones visuales o auditivas.
  • Ayuda en la alimentación y función oral.
  • Trabajar actividades de la vida diarias como comer, bañarse, peinarse, ir al baño y vestirse.
  • Trabajar con el manejo de las emociones y comportamiento del niño y adolescente.

Los problemas del lenguaje son comunes en el desarrollo de los niños. La gran mayoría tiene un tratamiento exitoso y logra superar las dificultades.

El cáncer y su tratamiento pueden contribuir a la aparición de dificultades a la hora de comunicarse, retrasar el desarrollo normal del habla y generar problemas para deglutir los alimentos.

Parte de los procesos de rehabilitación incluyen el trabajo del lenguaje con los pacientes, los que permiten fomentar la comunicación y el desarrollo de su independencia.

Los profesionales que lo ayudarán en este proceso son los fonoaudiólogos, quienes trabajan directamente con el paciente y pueden realizar distintas pruebas para determinar las causas de los trastornos del habla, del lenguaje y de la deglución y ofrecer tratamientos específicos para cada uno de ellos.

→ Los beneficios de la fonoaudiología

La terapia del habla ayuda a las personas que tienen problemas con el habla, el lenguaje, la comunicación y la deglución.

Los problemas de lenguaje pueden generar grandes dificultades en el estado del niño.

La terapia del habla puede ser beneficiosa para lo siguiente:

  • Fomentar habilidades y desarrollo del lenguaje.
  • Ayudar en la producción de sonidos del habla.
  • Ayudar en el manejo de tartamudeo y fluidez.
  • Fomentar la alfabetización, incluidas lectura, escritura y ortografía.
  • Estimular la comunicación social.
  • Ayudar en los procesos de alimentación y deglución.
  • Trabajar dificultades motoras del habla.
  • Trabajar problemas de la voz.
  • Ayudar en los movimientos de la mandíbula, y la debilidad facial