La clave inicial para llevar el proceso con éxito es la organización. Esto involucra considerar las rutinas generales del niño y ajustarlas con las distintas medicaciones que debe tomar.
El conocimiento de cada medicamento del niño, le permitirá buscar el mejor momento para administrarlo. En algunos centros pueden dar las indicaciones con horarios establecidos en base a las características, usos y cuidados de cada fármaco. Sin embargo, en otros pueden entregar el listado general con el nombre, la dosis y la frecuencia. En ese caso, será usted quien deba programar horarios en sintonía con la rutina del niño y las consideraciones del medicamento, como, por ejemplo, “dar con el estómago vacío”.
El primer paso es conocer los medicamentos del niño. No es necesario que recuerde todo de memoria, puede tener un registro de consulta frecuente que le permita revisar cuando tenga dudas acerca del fármaco. Lo más importante es que reconozca el nombre, el uso y la forma de presentación.
Para esto, puede tener un registro electrónico o en carpeta, con la información general de cada medicamento. Esta información puede incluir:
Es importante que siempre tenga disponible una copia de las indicaciones de los medicamentos y un registro claro en el que pueda revisar rápidamente el medicamento que le corresponde, el horario, la dosis y, posteriormente, registrar su administración.
Debe ser una forma simple para usted y para el resto de los cuidadores del niño. Es importante que siempre que acuda a control, lleve su registro actualizado.
Comprendiendo que como padre o cuidador debe estar atento a un sin número de cosas, será de suma utilidad llevar un registro o calendario sencillo con los horarios y medicamentos, para así no confundirse entre ellos y aliviar su carga.
La ayuda visual y los recordatorios serán sus aliados en el proceso. Puede incluirlos en su calendario con colores llamativos o figuras.
Use calcomanías o codificación de colores para cada medicamento. Puede incluir foto del medicamento específico o de característica principal, por ejemplo “dar antes de dormir” y poner un dibujo de un niño durmiendo.
Para cada medicamento, escriba las indicaciones específicas sobre cómo administrar el medicamento, incluido lo siguiente:
Establezca un horario acorde a la rutina del niño y los cuidados de los medicamentos. Generalmente, la frecuencia de administración de los distintos fármacos es 1 vez al día o cada 12, 8, 6, 4, ó 2 horas. Los horarios más habituales son:
Puede utilizar una aplicación móvil para mantener un registro de los medicamentos. Existen diversas aplicaciones disponibles que ofrecen alertas y funciones de seguimiento.
Crear un cronograma usted solo puede ser difícil. A continuación, puede revisar una propuesta que le puede ayudar.