Es el tipo de cáncer que se desarrolla en la piel
Consiste en el crecimiento anormal de células de la piel llamados melanocitos, que pueden afectar localmente y en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.
Es el tipo de cáncer que se desarrolla en la piel
Consiste en el crecimiento anormal de células de la piel llamados melanocitos, que pueden afectar localmente y en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.
El melanoma se manifiesta con la aparición de una mancha o lunar en la piel, la que puede ir creciendo o cambiando de forma o color. Puede ser una lesión que no existía previamente o un lunar que cambia su aspecto original. Existen 5 señales que podrían advertir sobre la aparición de un melanoma, las que se resumen en la regla ABCDE:
El médico examinará todo el cuerpo del paciente buscando otras lesiones y observará la lesión sospechosa con instrumentos específicos. Cuando hay sospecha de una lesión maligna de la piel, se realiza una biopsia, la que puede ser desde una muestra pequeña hasta la extracción completa de la lesión. En algunas ocasiones la resección es acompañada de una biopsia centinela, donde se marca con métodos de color o radioactivos la zona cercana a la lesión para detectar si hay presencia de ganglios comprometidos cercanos al tumor.
Hay varios factores de riesgo que se asocian a la aparición de un melanoma. Entre los principales están:
Se puede disminuir el riesgo de padecer un melanoma si evita la exposición a los rayos ultravioletas. Esto es muy importante para todas las personas de cualquier edad, aunque más aún en niños y personas con piel muy blanca.
Para esto debe usar medios mecánicos (sombrero, quitasol, ropa), evitar exponerse al sol en las horas punta (de 12 a 17 horas) y usar bloqueador solar.
No existen programas de detección precoz (tamizaje o screening) para melanoma. En caso de presentar lunares o manchas en la piel que cambien de forma o color, o si tiene muchos lunares; la persona puede consultar en forma periódica a un médico dermatólogo para que haga vigilancia sobre estas lesiones y estudiarlas con más detalle si hay sospecha de un melanoma.
El melanoma se manifiesta con la aparición de una mancha o lunar en la piel, que puede ir creciendo o cambiando de forma o color. Puede ser una lesión que no existía previamente o un lunar que cambia su aspecto original. Existen 5 señales que podrían advertir sobre la aparición de un melanoma, que se resumen en la regla ABCDE:
El médico examinará todo su cuerpo buscando otras lesiones y observará la lesión sospechosa con instrumentos específicos. Cuando hay sospecha de una lesión maligna de la piel, se realiza una biopsia, que puede ser desde una muestra pequeña a la extracción completa de la lesión.
Una vez se confirma con una biopsia la presencia de un melanoma, el médico debe solicitar una serie de exámenes para evaluar el avance de la enfermedad y si ha comprometido otros órganos del cuerpo. Los exámenes que se podrían solicitar son:
Una vez se confirma con una biopsia la presencia de un melanoma, el médico debe solicitar una serie de exámenes para evaluar el avance de la enfermedad y si ha comprometido otros órganos del cuerpo. Los exámenes que se podrían solicitar son:
El conjunto de estos exámenes (algunos o todos los mencionados) permiten determinar en qué etapa está la enfermedad. Según el tamaño del tumor, invasión de la piel y compromiso ganglios y otros órganos con metástasis, el paciente es clasificado en las distintas etapas del cáncer (I, II, III ó IV, donde la etapa I es la más precoz y la IV la más avanzada y de peor pronóstico).
Al tener la etapa de la enfermedad, el médico tratante, en conjunto con otros especialistas, reunidos en un Comité Oncológico, definirán el mejor tratamiento específico para el caso y podrán definir el pronóstico probable de él.
Existen varias formas para tratar un melanoma. El médico tratante, en conjunto con el Comité Oncológico, definirán la mejor opción para cada paciente.
Los tratamientos más importantes para el melanoma son: cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida y inmunoterapia.
Los tratamientos mencionados tienen distintos efectos secundarios. Algunos son inmediatos (agudos, días o semanas después de aplicados) y otros son a largo plazo (meses o años después del tratamiento). El médico tratante explicará con mayor detalle estos efectos y cómo evitarlos o disminuir la posibilidad de que ocurran.
El melanoma no es una enfermedad cubierta por el GES.
En el caso de estar afiliado a FONASA, el paciente será derivado al centro de salud que le corresponde según su domicilio, donde se realizará el diagnóstico, etapificación, tratamiento y seguimiento. El pago de las distintas prestaciones depende de tipo de cobertura FONASA que el paciente tenga (A, B, C o D).
Terminar el tratamiento es un motivo de alegría y descanso. Lo que viene son controles de seguimiento con el médico tratante, donde se evalúa el estado general del paciente, efectos de los tratamientos y se buscan signos de recaída de la enfermedad.
En el caso del melanoma, este seguimiento dura 5 años, aunque los primeros años serán más seguidos y ya luego una vez al año. También deberá mantener de por vida en observación el resto de la piel, por si aparecen nuevas lesiones sospechosas.