Es el tipo de cáncer que se desarrolla en los pulmones. Consiste en el crecimiento anormal de células de los tejidos del pulmón, el que puede afectar localmente al órgano y, en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.
Es el tipo de cáncer que se desarrolla en los pulmones. Consiste en el crecimiento anormal de células de los tejidos del pulmón, el que puede afectar localmente al órgano y, en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.
El cáncer pulmonar produce síntomas como:
En algunas personas se detecta como hallazgo en una radiografía o TAC de tórax realizados por otra causa, lo que permite detectar tumores pequeños y de mejor pronóstico. En general, si hay síntomas, el cáncer está más avanzado.
El principal factor de riesgo para presentar un cáncer pulmonar es el tabaquismo.
Otros factores de riesgo para sufrir un cáncer de pulmón son:
La principal forma de evitar un cáncer pulmonar es evitar fumar. Si se vive con una persona fumadora, se debe fumar fuera de la casa para no exponer al resto de la familia al humo del cigarrillo.
En caso de que una persona fumadora desee dejar de consumir tabaco, el riesgo de presentar un cáncer pulmonar va disminuyendo en el tiempo hasta hacerse similar al de una persona que no fuma después de algunos años.
No existe un programa de detección precoz (screening, tamizaje) para el cáncer pulmonar. Está en investigación si, el realizar en forma periódica un TAC (tomografía axial computarizada) a las personas fumadoras para detectar lesiones iniciales, permite mejorar la sobrevida en esta enfermedad.
El cáncer pulmonar produce síntomas como:
En algunas personas se detecta como hallazgo en una radiografía o TAC de tórax realizados por otra causa, lo que permite detectar tumores pequeños y de mejor pronóstico. En general si hay síntomas el cáncer está más avanzado localmente.
En caso de presentar alguno de estos síntomas o signos, su médico puede solicitar los siguientes exámenes:
En caso de encontrarse un tumor pulmonar en alguno de estos exámenes, se debe realizar una biopsia (obtener una muestra del tumor, ya sea del pulmón o de alguna metástasis en otro órgano), para confirmar un cáncer. Esta biopsia se puede obtener con un examen llamado broncoscopía, en la mayoría de los casos.
En caso de presentar alguno de estos síntomas o signos, el médico puede solicitar los siguientes exámenes:
En caso de encontrarse un tumor pulmonar en alguno de estos exámenes se debe realizar una biopsia (obtener una muestra del tumor, ya sea del pulmón o de alguna metástasis en otro órgano) para confirmar un cáncer. Esta biopsia se puede obtener con un examen llamado broncoscopía, en la mayoría de los casos.
Si la biopsia confirma que la persona tiene un cáncer pulmonar, se realizan algunos exámenes para definir si el tumor se ha diseminado a otros órganos, lo que se conoce como presencia de metástasis. Estos exámenes pueden ser:
La realización de estos exámenes complementarios permiten definir la etapa en que se encuentra el cáncer, en un proceso denominado Etapificación. Según el resultado de estos exámenes, más la medición de tamaño del tumor y la presencia a o no de ganglios regionales, el paciente es clasificado en las distintas etapas de su enfermedad, las que van desde la I (tumor pequeño sin compromiso de ganglios), hasta la etapa IV (donde se ha encontrado metástasis en algún órgano distinto al pulmón).
El médico, en conjunto con otros especialistas, definirán el tratamiento más adecuado según la etapa del cáncer en que se encuentre la persona. Esta definición se realiza en una reunión denominada Comité Oncológico.
Existen varias formas para tratar un cáncer pulmonar. El médico tratante, en conjunto con el Comité Oncológico, definirán la mejor opción para cada paciente.
Los tratamientos más importantes para el cáncer pulmonar son: cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y terapia dirigida.
4.Inmunoterapia: consiste en medicamentos que fortalecen el sistema inmune del organismo y que hace que ataque a las células tumorales. Hay algunos tipos de cáncer de pulmón que se benefician de esta terapia.
Los tratamientos mencionados tienen distintos efectos secundarios entre ellos. Algunos son inmediatos (agudos, días o semanas después de aplicado) y otros son a largo plazo (meses o años después del tratamiento).
El cáncer pulmonar es una patología considerada dentro de las Garantías Explicitas en Salud GES. A ellas pueden acceder personas afiliadas a FONASA o ISAPRE de 15 años y más con sospecha, diagnóstico o reaparición de cáncer pulmonar, desde la sospecha realizada por un/a profesional médico/a.
En el caso de estar afiliado a FONASA, el paciente será derivado al centro de salud que le corresponde según su domicilio: CESFAM, CECOF o Consultorio para sospecha y en Centro de Diagnóstico Terapéutico (CDT), Centro de Referencia de Salud (CRS) u Hospital para diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Los costos asociados están cubiertos en un 100% en la red pública.
En el caso de ser un paciente ISAPRE, esta institución definirá el Centro Médico Privado o Clínica Privada al que será derivado. Los afiliados a ISAPRE pagan el 20% de la prestación -según el arancel de referencia disponible en cada ISAPRE –. Además, puede solicitar la Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas CAEC, cuya activación debe ser iniciada por el paciente.
Para los afiliados de FONASA o ISAPRE, GES cubre desde la sospecha, hasta el diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Los tiempos de espera asociados a estas garantías son iguales tanto para FONASA como para ISAPRE, los cuales se describen a continuación:
Las personas aseguradas en los Sistemas de Salud Previsional de las Fuerzas Armadas (CAPREDENA) y de Orden y Seguridad Pública y Gendarmería de Chile (DIPRECA) tienen cobertura en las prestaciones de salud disponibles en su red asistencial.
Terminar el tratamiento es un motivo de alegría y descanso. Lo que viene son controles de seguimiento con el médico tratante, donde se evalúa el estado general del paciente, efectos de los tratamientos y se buscan signos de recaída de la enfermedad.
En el caso del cáncer de pulmón, este seguimiento puede durar hasta 5 años, aunque los primeros años serán más seguidos y ya luego una vez al año. Cada año posterior al tratamiento se debe realizar un TAC de tórax para detectar nuevas lesiones, más otros a criterio de su médico.