Cáncer de páncreas

Si sientes temor por el diagnóstico o tratamiento que tu médico de cabecera te entregó en relación a tu cáncer y necesitas que un segundo experto te dé una opinión al respecto, entonces esta ayuda de Care te servirá.

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Es el tipo de cáncer que se desarrolla en el páncreas.

 

Consiste en el crecimiento anormal de células de los tejidos del páncreas, las que pueden afectar localmente al órgano y, en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.

Es el tipo de cáncer que se desarrolla en el páncreas.

 

Consiste en el crecimiento anormal de células de los tejidos del páncreas, las que pueden afectar localmente al órgano y, en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.

El páncreas tiene dos tipos de células: las exocrinas (producen sustancias que permiten digerir los alimentos) y endocrinas (producen hormonas para distintas funciones del organismo). Existen cánceres derivados de ambos tipos de células, con distinto tratamiento y pronóstico.

Los síntomas más frecuentes en una persona que presenta un cáncer de páncreas son:

  • Dolor abdominal o de la zona lumbar
  • Baja de peso
  • Ictericia en casos avanzados

 

En el caso de presentar uno o más de estos síntomas, Ud. debe acudir a un médico para que descarte un cáncer de páncreas.

Hay varios factores de riesgo que se asocian a la aparición de un cáncer gástrico. Entre los principales están:

 

  • Sexo masculino.
  • Edad sobre 50 años.
  • Es más frecuente en Asia y Latinoamérica, por factores raciales.
  • Infección del estómago por bacteria Helicobacter Pylori.
  • Consumo de alimentos ahumados o conservados en vinagre o sal.
  • Consumo de tabaco.
  • Obesidad.
  • Anemia perniciosa.
  • Algunos síndromes hereditarios (tipo difuso hereditario, Síndrome de Lynch, poliposis familiar, BRCA 1 y 2, entre otros).
  • Antecedente familiar de cáncer gástrico.

Se puede disminuir el riesgo de padecer un cáncer de páncreas si evita algunos de los factores de riesgo mencionados:

 

  • Consumo de tabaco.
  • Sobrepeso u obesidad.

El realizar actividad física y el consumo de frutas y verduras, pueden ser factores protectores para evitar un cáncer de páncreas.

No existen programas de detección precoz (tamizaje o screening) para cáncer de páncreas.

Los síntomas más frecuentes en una persona que presenta un cáncer gástrico son:

  • Dolor abdominal
  • Baja de peso
  • Sensación de saciedad precoz
  • Vómitos
  • Hemorragia digestiva alta (que consiste en tener deposiciones oscuras con sangre)

 

En el caso de presentar uno o más de estos síntomas, Ud. debe acudir a un médico para que descarte un cáncer gástrico.

En caso que su médico sospeche un cáncer de páncreas, puede solicitar los siguientes exámenes: 

 

  • Ecografía abdominal.
  • Tomografía computarizada (TAC) de abdomen, para evaluar la presencia de un tumor pancreático y si ha invadido órganos vecinos.
  • Resonancia magnética de abdomen y/o hígado.
  • Biopsia del páncreas en caso de sospecharse un tumor. En algunas ocasiones es difícil obtener una biopsia, por lo que el paciente puede ser operado para ello.
  • PET-CT para detectar lesiones en cualquier parte del cuerpo.

El cáncer de páncreas produce síntomas cuando crece e invade localmente órganos vecinos. En algunas ocasiones se detecta como hallazgo en un examen como TAC o ecografía solicitada por otras razones.

 

En caso que su médico sospeche un cáncer de páncreas, puede solicitar los siguientes exámenes: 

 

  • Ecografía abdominal.
  • Tomografía computarizada (TAC) de abdomen, para evaluar la presencia de un tumor pancreático y si ha invadido órganos vecinos.
  • Resonancia magnética de abdomen y/o hígado.
  • Biopsia del páncreas en caso de sospecharse un tumor. En algunas ocasiones es difícil obtener una biopsia, por lo que el paciente puede ser operado para ello.
  • PET-CT para detectar lesiones en cualquier parte del cuerpo.

El conjunto (algunos o todos los mencionados), permiten determinar en qué etapa está la enfermedad. Según el tamaño del tumor y compromiso del páncreas y órganos vecinos, la presencia de ganglios comprometidos y otros órganos con metástasis, el paciente es clasificado en las distintas etapas del cáncer (I, II, III o IV, donde la etapa I es la más precoz y la IV la más avanzada y de peor pronóstico).

 

Al tener la etapa de la enfermedad, el médico tratante, en conjunto con otros especialistas, reunidos en el Comité Oncológico, definirán el mejor tratamiento específico para el caso y podrán determinar el pronóstico probable de él. 

Existen varias formas para tratar un cáncer de páncreas. El médico tratante, en conjunto con el Comité Oncológico, definirán la mejor opción para cada paciente.

 

Los tratamientos más importantes para el cáncer de páncreas son: cirugía, quimioterapia, radioterapia y terapia dirigida.

 

  1. Cirugía: corresponde a la extracción completa o parcial del páncreas y los ganglios cercanos al órgano. Hay varias formas de realizar esta cirugía, el médico tratante definirá cuál realizará y explicará al paciente sus beneficios y riesgos.

 

  • Quimioterapia: consiste en la entrega de drogas por vía endovenosa o en comprimidos orales, los que llegan a todo el organismo y ataca a las células tumorales en el páncreas o en las metástasis, si están presentes. 

 

La quimioterapia es aplicada en ciclos y puede durar varios meses. En general se entrega una mezcla de drogas. En caso de un cáncer de páncreas avanzado al diagnóstico, es frecuente recibir quimioterapia al inicio del tratamiento para disminuir el tamaño del tumor y así tener mejor resultado en una cirugía posterior. En pacientes ya operados, el Comité Oncológico decidirá si entregar quimioterapia posterior a ella, dependiendo del resultado de la biopsia quirúrgica.

 

  • Radioterapia: consiste en destruir células cancerosas con rayos de alta energía. Esta radiación se entrega en unos equipos llamados aceleradores lineales, que irradian a distancia el abdomen. Puede ser el tratamiento exclusivo (en pacientes paliativos que no se operan) o complementario a la cirugía, si se considera que posterior a ella existe un riesgo de presentar nuevamente la enfermedad. También se puede entregar previo a la cirugía en conjunto con quimioterapia para disminuir el tamaño del tumor.

 

  1. Terapia dirigida: consiste en entregar algunas drogas que atacan directamente a las células tumorales, según algunas proteínas presentes en su superficie. Es un tratamiento complementario a la quimioterapia.

Los tratamientos mencionados tienen distintos efectos secundarios. Algunos son inmediatos (agudos, días o semanas después de aplicados) y otros son a largo plazo (meses o años después del tratamiento). El médico tratante explicará con mayor detalle estos efectos y cómo evitarlos o disminuir la posibilidad de que ocurran.

 

  1. Cirugía: los efectos secundarios de una cirugía de páncreas son variables y no siempre ocurren. Los más frecuentes son sensación de reflujo o náuseas después de comer y dificultad para subir de peso.

 

  1. Quimioterapia: puede producir fatiga, náuseas, vómitos y dolor abdominal, entre otros. En general son efectos transitorios, los que pueden ser prevenidos con medicamentos durante los ciclos o con medicamentos en los días posteriores.

 

  1. Radioterapia: mientras se aplica, puede producir síntomas como diarrea y dolor abdominal. Meses o años después, puede aparecer, en algunos pacientes, diarrea o dolor abdominal crónico.

Esta patología no está considerada dentro de las Garantías Explicitas en Salud GES.

En el caso de estar afiliado a FONASA, el costo del tratamiento está cubierto en su totalidad en la red pública.

En el caso de ser un paciente ISAPRE, esta entidad definirá el prestador al que el paciente será derivado. El paciente tiene derecho a financiarlas a través de su plan de salud. Además, puede solicitar la Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas CAEC, cuya activación debe ser iniciada por el paciente.

Las personas aseguradas en los Sistemas de Salud Previsional de las Fuerzas Armadas (CAPREDENA) y de Orden y Seguridad Pública y Gendarmería de Chile (DIPRECA) tienen cobertura en las prestaciones de salud disponibles en su red asistencial.

Terminar el tratamiento es un motivo de alegría y descanso. Lo que viene son controles de seguimiento con el médico tratante, donde se evalúa el estado general del paciente, efectos de los tratamientos y se buscan signos de recaída de la enfermedad.

 

En el caso del cáncer de páncreas, este seguimiento dura 5 años aunque los primeros años serán más seguidos y ya luego una vez al año.