Es el tipo de cáncer que se desarrolla en la capa interna del útero, denominada endometrio, que es donde se implanta el óvulo fecundado durante un embarazo. Consiste en el crecimiento anormal de células del endometrio, que pueden afectar localmente al órgano y en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.
Es el tipo de cáncer que se desarrolla en la capa interna del útero, denominada endometrio, que es donde se implanta el óvulo fecundado durante un embarazo. Consiste en el crecimiento anormal de células del endometrio, que pueden afectar localmente al órgano y en etapas más avanzadas, producir metástasis en otras partes del cuerpo.
El cáncer de endometrio en general puede producir los siguientes síntomas
En el caso que se sospeche un cáncer de endometrio, el médico puede solicitar los siguientes exámenes:
Hay varios factores de riesgo que se asocian a la aparición de un cáncer de endometrio. Entre los principales están:
Antecedentes familiares (tener parientes cercanos con cáncer de endometrio o cáncer colorrectal)
No existe un examen que demuestre beneficio para detectar precozmente este cáncer. Es recomendable sin embargo una evaluación anual con un ginecólogo después de los 50 años, para un examen de rutina, sobre todo en caso de sufrir de obesidad y los factores de riesgo mencionados.
El cáncer de endometrio en general puede producir los siguientes síntomas
En caso de presentar estos síntomas, la persona debe acudir a su médico, el cual realizará un examen físico y una ecografía transvaginal y realizará una biopsia endometrial en caso de presentar un endometrio de mayor grosor que el normal.
Si la biopsia confirma que la persona tiene un cáncer de endometrio, se realizan algunos exámenes para definir si el tumor se ha diseminado a otros órganos, lo que se conoce como presencia de “metástasis”. Este proceso se conoce como etapificación.
Sin embargo, la principal forma de saber el grado de avance de esta enfermedad es realizar una cirugía conocida como de etapificación, en donde el ginecólogo-oncólogo realiza una histerectomía total, extracción de los ovarios, ganglios de la pelvis y de la zona lumboaórtica, así como del omento que cubre el abdomen. Con esta cirugía, se analiza el grado de invasión del tumor en el útero, así como el compromiso de ganglios, trompas de Falopio, ovario y el peritoneo, para así definir el pronóstico y tratamiento a seguir.
Una vez completada la etapificación el paciente puede ser clasificado en etapa 1, 2, 3 o 4, en donde la 1 es la con menor cantidad de enfermedad y mejor pronóstico, y la 4 en donde se presentan metástasis en algún órgano, con menos probabilidad de recuperarse con los tratamientos de manera definitiva.
Su médico, en conjunto con otros especialistas, definirá el tratamiento más adecuado según la etapa del cáncer en que se encuentre la persona. Esta definición se realiza en una reunión denominada “Comité oncológico”.
Existen varias formas para tratar un cáncer de endometrio. El médico tratante en conjunto con el Comité Oncológico, definirán la mejor opción para cada paciente.
Los tratamientos más importantes para el cáncer de endometrio son la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la inmunoterapia y algunas terapias dirigidas.
La cirugía se realiza como se explicó, en todas las pacientes para etapificación y tratamiento ojalá curativo.
En caso de que el cáncer esté en una etapa precoz, muchas veces basta con la cirugía; en ocasiones se complementa con un tratamiento llamado braquiterapia en la cúpula vaginal.
En caso de que el tumor invada más profundamente en el útero o exista compromiso de ganglios, el tratamiento que se recomienda es realizar quimioterapia combinado con radioterapia.
La quimioterapia consiste en la entrega de drogas por vía endovenosa o en comprimidos orales, que llegan a todo el organismo y ataca a las células tumorales circulantes o en las metástasis si están presentes. La quimioterapia es aplicada en ciclos y puede durar varios meses. En general se entrega una mezcla de drogas.
La radioterapia consiste en destruir células cancerosas con rayos de alta energía. Esta radiación se entrega en unos equipos llamados aceleradores lineales, que irradian a distancia la pelvis y los territorios ganglionares ganglios comprometidos.
En caso de que la paciente tenga metástasis a distancia, el tratamiento de elección es la inmunoterapia, que consiste en administrar medicamentos que refuerzan el sistema inmunológico y que permite que este ataque a las células cancerosas. También se puede entregar quimioterapia con diferentes drogas.
Los tratamientos mencionados tienen efectos secundarios distintos entre ellos; a su vez algunos son inmediatos (agudos, días o semanas después de aplicado) y otros son a largo plazo (meses o años después del tratamiento).
Los efectos secundarios de una cirugía para cáncer de endometrio en general son pocos; eventualmente puede haber complicaciones postoperatorias como infecciones. En caso de realizarse una histerectomía (resección completa del útero), la paciente queda infértil.
La radioterapia puede producir enrojecimiento de la piel y algunas heridas al finalizar las sesiones, que se recuperan rápidamente con curaciones. Es frecuente presentar cansancio y exceso de sueño durante el tratamiento. También es común presentar diarrea, náuseas o vómitos y dolor abdominal durante las semanas que dura la terapia. También produce infertilidad.
La quimioterapia puede producir fatiga, náuseas y vómitos, dolor abdominal, entre otros. En general son efectos transitorios y que pueden ser prevenidos con medicamentos durante los ciclos o con medicamentos en los días posteriores.
Terminar el tratamiento es un motivo de alegría y descanso. Posteriormente a ello el médico citará al paciente cada cierta cantidad de tiempo para realizar los controles de seguimiento, en donde se evalúa el estado general del paciente, efectos de los tratamientos y se buscan signos de recaída de la enfermedad. En el caso del cáncer de endometrio, este seguimiento puede durar por 5 años, aunque los primeros años es frecuente para luego ser más alejado en el tiempo (una vez al año).
El cáncer de endometrio no es una enfermedad cubierta por el GES.
En el caso de estar afiliado a FONASA, la paciente será derivada al centro de salud que le corresponde según su domicilio, en donde se realizará el diagnóstico, etapificación, tratamiento y seguimiento, el cual no tiene costo.
En el caso de ser un paciente Isapre, esta institución definirá el prestador al que el paciente será derivado, para recibir las prestaciones de diagnóstico, etapificación, tratamiento y seguimiento. Dado que no es una patología GES, se recomienda usar el plan de salud correspondiente más la activación del seguro catastrófico (CAEC).