Si la biopsia confirma que la persona tiene un cáncer colorrectal, se realizan algunos exámenes para definir si el tumor se ha diseminado a otros órganos, lo que se conoce como presencia de metástasis. Este proceso se conoce como etapificación.
Para una adecuada etapificación de un cáncer colorrectal, el médico puede solicitar los siguientes exámenes (no todos necesariamente, esto depende del cuadro clínico del paciente):
- Historia médica y examen físico, incluyendo un tacto rectal.
- Hemograma, para detectar anemia.
- Colonoscopía, para detectar un tumor del colon. Si aparece un tumor, se debe realizar una biopsia para confirmar o descartar un cáncer.
- Rectoscopía, para confirmar la presencia de un tumor palpado en el tacto rectal, tomar una biopsia y definir si existe compromiso del canal anal.
- Ecografía abdominal, para detectar el tumor del colon y posible metástasis en el hígado.
- Radiografía de tórax, para detectar metástasis pulmonares.
- Tomografía axial computarizada (TAC) de tórax, abdomen y pelvis, para detectar metástasis en pulmones, hígado u otro órgano.
- Resonancia nuclear magnética (RNM). Se puede solicitar para caracterizar un tumor del recto y descubrir ganglios comprometidos. También se puede pedir para confirmar la presencia de metástasis en el hígado.
- Endosonografía rectal, para delimitar tamaño y presencia de ganglios sospechosos en pacientes con un cáncer de recto.
- Tomografía por emisión de positrones (PET-CT): es un examen que permite detectar metástasis en cualquier parte del cuerpo.
En general, el cáncer colorrectal puede presentar metástasis en los ganglios cercanos al tumor. En cuanto a metástasis en otros órganos, los más frecuentes son en hígado, pulmones y hueso.
Una vez el paciente es sometido a una cirugía para extraer el tumor del colon, más los ganglios cercanos, el médico patólogo informa en la biopsia el tamaño del tumor, los niveles de la pared del colon que invade y la presencia de metástasis en los ganglios. Esto también permite realizar la etapificación del caso y definir si se requiere algún tratamiento complementario como quimioterapia, radioterapia o terapias dirigidas.
Una vez completada la etapificación preoperatoria y la posterior a la cirugía, el paciente puede ser clasificado en etapa 1, 2, 3 ó 4. La 1 es la con menor avance de enfermedad y mejor pronóstico y la 4 es cuando se presenta metástasis en algún órgano, con menos probabilidad de recuperarse con los tratamientos de manera definitiva.
El médico, en conjunto con otros especialistas, definirá el tratamiento más adecuado según la etapa del cáncer en que se encuentre la persona. Esta definición se realiza en una reunión denominada Comité oncológico.