Al inicio de la pandemia, Tulio Vega empezó a sentir dolores lumbares y subió de peso repentinamente. No le dio mucha importancia, pensó que era algo común, debido a la situación mundial que se vivía. Además, como practicaba deporte, pudo haber sido perfectamente un movimiento mal hecho, pensó.
Siguió su vida normal tomando remedios para el dolor, aunque sin mucho éxito. Su señora, preocupada, le dijo que fuera a hacerse un examen preventivo. En uno de ellos se le detectó que el bazo estaba dilatado, pero Tulio no se preocupó.
Continuaron los exámenes hasta que el último arrojó el resultado que lo dejó en total estado de shock: inflamación en los ganglios, cáncer linfático (linfoma de Hodgkin) en fase 4. “Los sentimientos quedaron a flor de piel, nunca pensé que un dolor de espalda sería el comienzo de algo tan complicado. Hubo llanto y angustia, pero decidí ver el vaso medio lleno y empecé un proceso de resiliencia”, cuenta.
Junto a su señora, decidieron hacer un cambio y transformar el cáncer de Tulio en una oportunidad para incorporar actitudes positivas en sus vidas: “No solo por mi enfermedad, sino para ser una nueva persona. Logré cambiar el concepto sobre lo que veo, escucho y digo”.
Aunque debió hospitalizarse durante un mes y perder la movilidad en las piernas, nunca bajó la cabeza: “Era la única alternativa para que los remedios hicieran efecto y mi entorno no me viera con lástima, sino contento”.
Después de un largo trabajo de rehabilitación y gracias a esa mentalidad positiva es que hoy, después de dos años y medio, Tulio recuperó la movilidad de sus piernas, aunque quedó con una cojera permanente, pero logró lo más importante: incorporar pequeños detalles en su vida que hacen la diferencia.
“Creo que hay que cambiar el concepto de vida, ver el lado positivo y fortalecer la inteligencia emocional. Logré manejar mis emociones, me reconcilié conmigo mismo y me reconstruí como persona, lo que me hizo más fuerte. Transformé mi debilidad en una fortaleza”.
¡Gracias @tuligol_v por tu lindo testimonio y #ConsejoCare!
Si también quieres contar tu testimonio, escríbenos a inscripciones@fundacioncare.cl 💙
