El estilo y forma habitual de vida va a tener un importante cambio en este periodo, con impacto a nivel personal, familiar y social. Su hijo se alejará de su entorno, colegio y amigos y como familia cambiarán sus rutinas, trabajo y prioridades. Probablemente su hijo tendrá dificultades al inicio, pero habitualmente logrará adaptarse e incorporar esta nueva realidad en su vida. Poco a poco, irán encontrando el equilibrio y el ajuste para lograr el mejor cuidado de su hijo y compatibilizar la vida familiar. Es importante que recurra a sus redes de apoyo y busque ayuda sobre todo en las etapas iniciales.
Desde el diagnóstico de la enfermedad en adelante, su hijo tendrá que circular en un nuevo ambiente, con reglas, rutinas y horarios establecidos. Como familia, se relacionarán constantemente con personal del área de la salud y gran parte del tiempo transcurrirá entre el hospital y los controles médicos. Los exámenes, medicamentos y procedimiento, serán una preocupación importante en el día a día y habrá mucha información nueva sobre la cual aprender. No dude en consultar sus dudas y recurrir al equipo de salud que puede ser de gran ayuda.
El proceso de atención del niño en tratamiento por cáncer es dinámico, se adapta a las necesidades del paciente y varía dependiendo del tipo de cáncer, tratamiento y condiciones propias de cada niño y su familia.
Pese a las particularidades de cada caso, existen ciertos caminos habituales que la familia recorre a lo largo del tratamiento. A continuación, información para orientarse en las distintas etapas del proceso.
El proceso de atención del niño involucra la participación de muchas personas, con gran movimiento de personal e interacción con otras personas. Esto en ocasiones puede generar dificultades sobre todo en los momentos más críticos y vulnerables de la atención. Sin embargo, es fundamental la comunicación efectiva entre los padres, el niño y el equipo de salud.
En 2012 en Chile, se promulgó la ley de derechos y deberes de los pacientes, que establece cuáles son los derechos y deberes de las personas en relación con las acciones vinculadas a su atención de salud. La iniciativa busca resguardar los principios básicos de atención en salud, que involucra el trato cordial, respeto de la dignidad, el resguardo de la información personal y el acceso información oportuna entre otros aspectos. Además, establece los deberes que tenemos todos al momento de ser atendidos.
Estas disposiciones se aplican tanto en el sector público, como en el privado. Si quiere conocer más detalle sobre la ley puede consultar: aquí
El manejo de la información del niño, es un asunto importante a considerar. Existe el derecho al resguardo de su privacidad y a que usted como cuidador puede tener el acceso oportuno al resultado de exámenes y otros antecedentes.
Toda la información del niño se maneja en la ficha clínica del paciente, que es única para cada niño. La mayoría de los centros tienen un sistema electrónico, que permite a los distintos profesionales acceder a los antecedentes relevantes para la atención. Cuentan con la historia clínica del niño, antecedentes de alergia o enfermedades previas, estado de sus vacunas, resultado de exámenes y anotaciones de las distintas atenciones que recibe.
El proceso de hospitalización es normal en el tratamiento del cáncer. Muchos de los ingresos se realizan de forma electiva y programada, mientras que otros son a causa de complicaciones que requieren evaluación y monitorización del niño. Entre las razones de hospitalización tenemos:
El proceso inicial puede ser complejo, pero la mayoría de las familias se adapta a la nueva rutina y a los procesos de hospitalización.
El proceso de atención del niño en tratamiento por cáncer es diverso y complejo, con gran variabilidad dependiendo del diagnóstico y evolución. Se caracteriza por tener rutinas y horarios establecidos, que se mantienen a lo largo del tiempo. Conocer las actividades le puede ayudar a programarse. Dentro de las actividades habituales encontramos:
Existen diversos documentos dentro de la ficha clínica del niño que usted puede conocer. Los más habituales son:
El proceso de hospitalización es un proceso continuo, donde se reconocen ciertas etapas que son: el ingreso, la evolución de la hospitalización y el alta o traslado a otros servicios. Este ciclo se repite habitualmente en cada nueva hospitalización o ingreso a un nuevo servicio.
La primera etapa consiste en el ingreso administrativo del paciente. En este periodo deberá realizar los trámites administrativos, entrega de documentos y firmas de pagarés y/u otros. Es importante que ante una hospitalización lleve con usted una carpeta con los antecedentes del niño y documentación suya.
Paralelamente, se realizará el ingreso del niño a la cama, donde se hospitaliza. El niño puede venir trasladado desde la urgencia o ingresar directamente al servicio que le indicaron, si la hospitalización está programada. Personal de salud recibirá al niño y a su cuidador. En este momento, le comunicarán las normas generales y horarios.
Durante este periodo, el médico a cargo realiza el ingreso médico, donde consultará antecedentes generales del niño y aspectos relevantes para la causa de la hospitalización. Conjuntamente, una enfermera se hará cargo del cuidado del niño y realizará el ingreso de enfermería, donde también le consultará antecedentes relevantes para el cuidado. Habitualmente la enfermera le entregará formularios propios de la hospitalización que usted debe leer y firmar, en ellos se mencionan las medidas de prevención de caídas del niño, consentimientos de hospitalización, entre otros.
El personal que recibe al niño además realiza un control de signos vitales, valoración general de su estado y puede requerir examen físico completo, para una evaluación global.
Durante este periodo se realizarán las acciones, procedimientos y cuidados necesarios que requiere el niño. El proceso es continuo y durante las 24 horas habrá personal para la atención.
Generalmente, habrá rotación de personal por los turnos que realizan, por lo que se realizan entregas de turnos, donde se transmite la información más importante acerca de la atención de los pacientes y forma que se mantenga unos cuidados continuos.
En el día a día, un médico tratante evaluará diariamente el estado del niño y dejará indicaciones de atención. Una enfermera se hará cargo del cuidado general del niño y de realizar la atención directa que él necesita. Al inicio del turno, ella programará las actividades y cuidados del día. Un TENS además se hará cargo de los cuidados generales de alimentación, control de signos vitales y aseo y confort.
Durante la hospitalización, el niño recibirá los tratamientos que necesita. Si su motivo de ingreso es por quimioterapia, recibirá su terapia y, con buena evolución, será dado de alta. En los casos que la hospitalización es por complicaciones, se indicarán tratamientos específicos que tiene por objetivo recuperar la salud del niño y ver su evolución. Una vez que la situación esté recuperada podrá irse de alta.
Una vez resuelta la condición de salud del niño, el médico dará el pase para el alta y retorno a su hogar. Dependiendo de los motivos del ingreso, puede ser un alta sencilla o más compleja que requiere mayor entrega de información.
El proceso de alta requiere:
La atención que el equipo de salud brinda a su hijo consiste en un trabajo coordinado y conjunto, que permita cubrir todas sus necesidades. La coordinación de la atención implica además transiciones o rotaciones, de un miembro del equipo a otro. Las transiciones sin sobresaltos y la comunicación precisa entre los miembros del equipo son aspectos importantes de la atención diaria del paciente.
El niño tiene un equipo oncológico tratante, con un médico hémato-oncólogo de cabecera y pediatras de apoyo. El equipo médico hará el seguimiento constante del paciente, tanto a nivel hospitalario como ambulatorio. Es habitual que el oncólogo y especialistas atiendan en horario diurno, en ocasiones hasta medio día. El resto del tiempo quedan médicos residentes de turno para continuar con la atención de los niños.
Los planes de tratamiento y acciones a seguir se determinan en conjunto, siempre con el respaldo del médico tratante, por lo que le recomendamos que asista temprano para poder hablar directamente con el médico a cargo de su niño.
Cada centro tiene sus variaciones, por lo que es importante que consulte en el lugar, donde se encuentran los horarios de atención médica y mecanismos de comunicación existentes.
Durante la hospitalización, habrá un equipo de enfermería especializado en el cuidado oncológico, el que se hará cargo del cuidado general del niño, la administración de quimioterapia, medicamentos y procedimientos que requiera. En general, una enfermera y un TENS tendrán a su cargo de 4 a 6 pacientes.
Las terapias de apoyo que el niño necesita asisten directamente a la atención con él, en su habitación, donde usted además puede ser partícipe y colaborar en el desarrollo de los objetivos. Los más habituales son:
Dentro de los objetivos del tratamiento del niño, está el mantener su funcionalidad, por lo que la terapia física es fundamental. Generalmente, el profesional irá a trabajar directamente con el niño en su habitación. Es importante que aproveche dichas instancias para resolver sus dudas en ese momento. El kinesiólogo puede establecer pautas de trabajo y objetivos en conjunto con usted, por ejemplo, para fortalecer la marcha en niños pequeños.
Participan activamente del cuidado del niño oncológico. En algunos centros también acuden directamente a trabajar con el niño y desarrollar tareas como estimulación del desarrollo.
El enfoque es mantener la escolaridad del niño, por lo que existen programas educativos hospitalarios, que buscan trabajar directamente con ellos aún cuando se encuentran hospitalizados por largo tiempo. Existen en algunos centros, profesores que acuden directamente a trabajar de forma personalizada con el niño. El apoyo y motivación de los cuidadores es fundamental para que el niño mantenga el ritmo académico.
En general, en los servicios de oncología existen además muchos grupos voluntarios que buscan llevar alegría y diversión, como grupos de payasos, musicoterapia y terapias complementarias.
La hospitalización en la etapa infantil representa un momento difícil e inesperado. Los niños conocen una realidad que hasta entonces era lejana, donde además se relacionan con muchas personas nuevas, procedimientos que pueden causarle dolor, alteraciones de su imagen corporal y separación de sus rutinas y sus padres.
Dentro de los problemas que pueden presentarse en hospitalizaciones largas, están los problemas conductuales, alteraciones del sueño, pérdida del apetito y cambios en las conductas de eliminación, como orinar la cama durante las noches. Se reconocen distintas etapas que atraviesan los niños ante nuevos procesos hospitalarios, generalmente con conductas iniciales de rebeldía, llanto y oposición, que van evolucionando a temor y ansiedad. Sin embargo, pese a las dificultades, la gran mayoría de los niños logra la adaptación al proceso hospitalario. Es importante reconocer estas etapas, comprenderlas y brindar el apoyo que necesitan.
Muchas veces, los niños, sobre todo los más pequeños, no comprenden la situación y crean realidades donde ven el hospital como un castigo por algo que han hecho mal. Es importante que entiendan como un proceso para recuperar la salud.
El rol de los cuidadores es fundamental en la adaptación del niño al proceso hospitalario. El acompañamiento disminuye considerablemente la ansiedad y temor del niño.
Los padres pueden ser muy activos en el cuidado y promover su tranquilidad. Sin embargo, en ocasiones, el miedo de los cuidadores genera padres ansiosos que pueden afectar negativamente al paciente. La comunicación con el equipo de salud y comprensión del episodio que está pasando el niño puede ser de gran utilidad para manejar el estrés. Algunas acciones que puede tomar como cuidador son:
Los hospitales y clínicas tienen programas de acompañamiento continuo para la población infantil. Se intenta promover un espacio para que la dupla niño y cuidador se adapten al proceso hospitalario. Pueden existir excepciones en servicios de complejidad mayor o en ciertos momentos del día, donde se realizan actividades como la entrega de turno, pero la tendencia es fomentar la presencia de al menos un cuidador durante el proceso hospitalario.
La mayoría de los centros dispone de zonas habilitadas para padres con baños y sector de alimentación.
Las visitas pueden tener mayor variación, existen lugares donde solo está permitido el ingreso de uno o dos cuidadores designados para disminuir los riesgos de infección del niño.
Pensar en qué llevar al hospital puede ser lo último que tiene en mente cuando se entera de que su hijo puede tener cáncer. Sin embargo, saber qué llevar puede brindarles alivio a su hijo y tranquilidad a usted. Incluso, puede dejar que su hijo empiece empacando las cosas más importantes para él. A continuación, le mostramos un listado con algunas cosas que puede llevar:
El proceso de alta hospitalaria puede resultar realmente abrumador, sobre todo en las primeras hospitalizaciones del niño. Involucra cambios repentinos de rutina y adaptar el hogar y la familia a esta nueva realidad.
Es normal si no ha pensado en los detalles del proceso, en especial si está aún en un proceso de hospitalización intenso con el niño; pero comenzar a planificar ciertos elementos podrá ser de gran ayuda cuando el momento llegue. Puede buscar ayuda en sus redes de apoyo para que colaboren en arreglos de la casa, compras y cambio que pueda requerir.
El rol de los padres en el proceso de alta y la transición a los cuidados en el hogar es fundamental, ellos serán los responsables de administrar los medicamentos, dar la alimentación adecuada, mantener el aseo y la higiene y compatibilizar todo eso con las actividades propias de cuidado parental, el que puede resultar más complejo si tienen otros hijos que cuidar.
La planificación efectiva del alta puede ayudar a organizarse y sobrellevar la transición de forma efectiva. El conocimiento de la enfermedad y de los cuidados, por otro lado, le puede brindar mayor seguridad y confianza en el cumplimiento de su rol.
El proceso de alta se da cuando el niño ya completó su tratamiento y está en condiciones de volver a su hogar. El proceso puede ser especialmente complejo en la primera alta después del diagnóstico, donde hay una serie de indicaciones y cuidados nuevos que seguir, acompañado además del temor de enfrentarse a la enfermedad. Las altas venideras tienden a ser más sencillas, sobre todo cuando la causa de la hospitalización fue la administración de quimioterapia, con estadías más cortas.
En general, el proceso de alta incluye:
El cuidado del niño con cáncer es multifactorial e incluye una serie de cuidados enfocados a la prevención de infecciones y al manejo temprano de complicaciones. El equipo le entregará las pautas generales que debe tener.
Los cuidados del niño con cáncer son diversos. Para conocer en detalle cada uno puede visitar Cuidados del niño oncológico.
Al momento del alta existen ciertos puntos que debe tener claridad:
El tratamiento oncológico puede ser bastante largo. Según el tipo de cáncer, puede ir desde los 8 meses hasta los 2 años, con seguimiento del niño a largo plazo por incluso 10 años. Esto ha motivado el desarrollo de centros de atención integral para el niño con cáncer, donde se favorece que continúe sus controles y tratamiento, sin alejarse del hogar.
Los nuevos enfoques buscan disminuir los periodos de hospitalización, esto permite que los niños se mantengan más cómodos, con mejor calidad de vida y pasen más tiempo con su familia y su entorno. Además, disminuye significativamente los costos de atención y estadía hospitalaria.